Aunque vengo de una familia de formidables cocineras (mi madre y sus hermanas "las Mañosas" son virtuosas de la cocina tradicional....) nunca he estado yo especialmente dotada para ello. Me gusta mucho cocinar, pero esta claro que no me ayudan cerca de 14 años viviendo en un hotel y una incapacidad total para seguir recetas. Si, parece una tontería pero es así. Me pasa igual con las instrucciones de electrodomésticos... a la cuarta línea ya he seguido yo "a mi manera". Pelín anárquica para esas cosas si que soy.
Sin embargo, siento fascinación por los libros, programas y blogs de cocina.
Con Martina y sus trastos en la cocina. Manu Catman es un gran comunicador |
En estos días cumple años el blog de Manu Catman y para celebrarlo me abrió las puertas de su casa y su cocina. Quería una foto con su compañera de fatigas y mascota de su ya exitosa carrera como bloguero cocinero. Admiro mucho a las personas que perseveran en sus aficiones, que las viven y disfrutan y que, además, tienen la generosidad de compartir su experiencia de aprendizaje con otros. Creo que ese trabajo está rodeado de tanta alegría y pasión que pocos pueden darse cuenta de la cantidad de tiempo y esfuerzo que supone.
Leo a Manu desde hace tiempo. Sus textos son frescos y cercanos, de esos que solamente se consiguen desde el hacer lo que te gusta sin mayores pretensiones. Sus fotos....bueno, sus fotos mejoran cada día cuando ya parecía que no era posible que mejoraran. Me encantan. En su afán perfeccionista Manu sigue viendo cómo mejorarlas, no hace mucho estaba él buscando dónde aprender sobre iluminación en fotografía.....en dos días será un experto, lo estoy viendo. Y es que no se conforma, es inquieto y quiere aprender, aprender, aprender y más aprender. ¿De dónde sacará el tiempo?
Martina mirándose en mi objetivo. Es muy coqueta y cariñosa. |
La otra protagonista, Martina, se portó de maravilla y me reafirmó en la opinión de que los gatos son interesantes y sorprendentes. Es esta pequeña gata el ser vivo más parecido a un peluche que he conocido nunca...absolutamente adorable.
En el proceso conté con la impagable ayuda de Fran, dueño de la pequeña Martina. Logró que consiguiera los mejores encuadres, sin elementos que molestaran a la vista y que Martina colaborara como una modelo profesional.
¡Muchas felicidades Gato!
Martina y su olla |