jueves, 10 de marzo de 2011

Llámame tontorrona.....

Esa sonrisa no era para la foto....la lleva siempre puesta !

....pero me encanta llegar a un bar o restaurante y que recuerden mi nombre y/o mis gustos. Es ese aire familiar el que hace que prefiera la cafetería de mi barrio a otras que quizás sean más elegantes o estén más de moda.

A mi, el cafelito que me preparan Rocio, Irina o Diana me sabe a gloria. Lo comienzan a preparar solamente con verme aparecer, a veces no me da tiempo ni de sentarme antes de que me lo pongan. En la barra y con el periódico. Saben que es corto de café, en vaso y con sacarina.
Como si de ludópata entrando a un bingo se tratara, reprimen con aire maternal mis deseos de zamparme esos croissants recién sacaditos del horno a sabiendas que son veneno puro para mi salud.....siguen de cerca mi diabetes. Dependiendo de la hora del día, me permiten comerme mi mini-bocata jamón y queso con tomate o atún. Como mucho, robarle un bocadito de la merienda a mi peque. Todo ello con buen humor y siempre atentas a todo lo que ocurre en el establecimiento.

Comentamos las noticias y sonríen divertidas cuando me escuchan carcajearme en voz alta (tengo ese defecto, soy escandalosa) de la viñeta del día en el periódico. Todo ello mientras ellas transitan a lo largo de la barra, preparando cafés, bocadillos, sirviendo bollería, vendiendo pan o preparando la siguiente hornada.

Se que no es lo mismo, ni es igual....pero me recuerda tanto a la legendaria canción de Cheers ....

El sábado, Rocio e Irina me recibieron celebrando el carnaval con unas divertidas orejas de chica Playboy. Además de guapísimas son fotogénicas....

Rocio es una típica belleza española, de mirada pícara y mucho duende

1 comentario:

  1. Claro!!! Las tienes encantadas con las fotos, así es lo más natural que te sirvan el café con la mejor sonrisa ...
    Sigue así María, haces amigos dónde quieras que pasas.
    Un beso.

    ResponderEliminar