Dani regresó a casa, pero no es el mismo. Dani regresó a casa después de tres semanas que en tiempo infantil equivalen a tres meses de nosotros los adultos. Ha crecido y, sobre todo, ha vivido intensamente esas nuevas amistades con las que ha convivido mañana, tarde y noche. Recuerda con especial nostalgia a un amiguito valenciano y repite su nombre hasta la saciedad explicando cada vez que Jaime en castellano, Jaume en catalán, se pronuncia "Xaumi" en valenciano. Seguro que echando la vista atrás todos recordamos esa sensación de amistad express.... pocas semanas pero tan intensas ("¡ mami !, ¡ cada día parecía una semana y es que hacíamos taaaaaaantas cosas ! ......") que parecen amigos de toda la vida.
Entre juegos y experiencias también han compartido el conocer de cerca a sus ídolos. Rudy Fernández, Ricky Rubio y Juan Carlos Navarro han logrado redoblar ese afecto que sin conocerles personalmente ya les profesaba un muy deportista Daniel. Y es que parece que son simpáticos y accesibles. Justo lo que un pequeño de 11 años que sueña con convertirse en uno de ellos necesita para seguir practicando su deporte favorito con ilusión.
La práctica deportiva ha sido la excusa ideal para una experiencia inolvidable que ha quedado inmortalizada en las fotos que se ha tomado con sus ídolos. No sé si logrará conservar las otras, las que él mismo tomó con su camarita, posiblemente borrosas y con alguna cabeza cortada, pero que ahora mira y remira cada rato recordando esas risas veraniegas llenas de alegría y lejos de preocupaciones.
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